Precisión en la lectura
Niveles de precisión en la lectura
Fluidez lectoraLeer es mucho más divertido cuando se tiene la capacidad de entender lo que se lee. En eso consiste la fluidez lectora. Los lectores que leen con fluidez son capaces de concentrarse en el texto y comprender la información que están leyendo porque no tienen que detenerse a descodificar cada palabra de un texto. Dos aspectos importantes de la fluidez lectora son la velocidad de lectura y la precisión. La velocidad de lectura es la rapidez con la que se lee. La precisión es la capacidad de leer sin cometer errores. En esta lección, vamos a ver las estrategias que se pueden utilizar para mejorar la velocidad y la precisión de la lectura. Pero antes de hacerlo, vamos a hablar de cómo se puede analizar la fluidez de un lector. Como profesor o tutor, es importante determinar la fluidez de un lector. Esto le ayudará a determinar qué áreas necesitan ser trabajadas y también le dará una línea de base que puede ser utilizada para seguir el progreso. Recuerda que debes centrarte en la velocidad y la precisión.
Análisis de la fluidez lectoraInicie el análisis eligiendo un libro corto o un pasaje de lectura que se ajuste al nivel de grado o de lectura del alumno. Pida al alumno que lea el texto en voz alta. Durante este proceso debe: Después, analizar los resultados de esta prueba. Identificar las áreas débiles y, a continuación, hacer una lista de objetivos asociados a estas áreas. Por ejemplo, si el lector tiene dificultades con las palabras compuestas o las contracciones, uno de sus objetivos podría ser ayudarle a sentirse más cómodo con las palabras compuestas o las contracciones más comunes. Estrategias de mejoraAhora vamos a examinar cuatro estrategias específicas que pueden utilizarse para mejorar la velocidad y la precisión de la lectura. Estas estrategias pueden resumirse con el recurso mnemotécnico FAST, que significa FrecuenciaHay una correlación entre la cantidad que leen los estudiantes y sus habilidades de lectura. Normalmente, vemos que los estudiantes que leen con más frecuencia tienen mejores habilidades de lectura, en contraste con los malos lectores que no leen con tanta frecuencia. Piensa en la capacidad de lectura como un músculo. Cuanto más se utiliza un músculo, más fuerte se vuelve. La misma conclusión puede sacarse en relación con el aumento del ritmo de lectura; cuanto más leemos, más nos exponemos a determinadas palabras, signos de puntuación, tono y estructura de las frases. Se suele recomendar que los lectores principiantes dediquen al menos 15-20 minutos diarios a la lectura.
Precisión lectora del cronómetro
Todos sabemos que la fluidez lectora es una parte importante para convertirse en un buen lector, pero la fluidez tiene muchos componentes. Una de esas piezas importantes de la fluidez lectora es la precisión. Tener una buena precisión es la capacidad de leer el texto con muy pocos o ningún error. La precisión es realmente la habilidad más esencial de la fluidez lectora. Si un niño «lee» un pasaje rápidamente, pero se salta o cambia cada dos palabras, no está captando el significado completo y no podrá comprender lo que ha leído, que es el principal objetivo de la lectura.
Lo primero y más importante es que los alumnos sean capaces de descodificar y leer las palabras con rapidez. La enseñanza explícita de la fonética es muy importante para mejorar la precisión en la lectura. Si los alumnos no pueden decodificar rápidamente las palabras, seguirán teniendo dificultades para leer. Los alumnos también deben ser capaces de leer rápidamente las palabras a la vista no decodificables para mejorar su precisión.
A medida que los alumnos se hacen más fuertes en la lectura de palabras a la vista y palabras deletreadas fonéticamente, no tendrán que invertir todo su pensamiento en la decodificación. Podrán pasar a mejorar su comprensión lectora.
Calculadora de precisión de lectura
Seguro que alguna vez has escuchado a un lector vacilante y con tropiezos leer en voz alta. Es difícil de soportar, sobre todo porque sabes que el alumno está experimentando tanta o más incomodidad que tú. Hace tiempo que los investigadores han reconocido que la fluidez lectora es un aspecto clave para la lectura competente, pero algunos expertos expresan su preocupación por el hecho de que la enseñanza de la fluidez sigue siendo incomprendida o descuidada.
Cuando los alumnos se familiarizan con estas partes comunes de las palabras, pueden abordar las palabras multisilábicas con mayor eficacia. ReadWriteThink tiene una lista exhaustiva de raíces, prefijos y afijos y ofrece muchos recursos relacionados con las actividades en el aula. The Brown Bag Teacher tiene una magnífica recopilación de recursos y actividades en línea para la enseñanza de las raíces griegas y latinas.
El ritmo óptimo de lectura no es ni demasiado lento ni demasiado rápido. Los buenos lectores varían su ritmo para favorecer la comprensión. Estas estrategias pueden ayudar a tus alumnos a encontrar el equilibrio adecuado entre la tortuga y la liebre:
Lori Oczkus y Tim Rasinski sugieren lecturas repetidas de poesía para ayudar con el ritmo y la automaticidad en esta entrada del blog de la ILA. Para encontrar poemas para los alumnos más jóvenes, consulte las nuevas ediciones revisadas de Sing a Song of Poetry de Fountas y Pinnell: A Teaching Resource for Phonemic Awareness, Phonics, and Fluency de Fountas y Pinnell. A los profesores de cursos superiores les encanta el sitio Poetry4Kids de Kenn Nesbitt.
Vocabulario
– Los lectores fluidos leen a una velocidad adecuada para su edad o grado (normalmente se mide en palabras por minuto o wpm). Cuando leen en voz alta, exploran visualmente más de 3 palabras por delante y mantienen un seguimiento visual fluido línea a línea.
– Los lectores fluidos reconocen las palabras de forma muy automática y son capaces de pronunciar palabras desconocidas; los lectores disfluyentes cometen errores frecuentes, no reconocen bien las palabras, las omiten, las sustituyen por otras de apariencia similar y tienen dificultades con las palabras desconocidas.
– Los lectores fluidos utilizan la prosodia (tono, acento y tiempo) para transmitir el significado cuando leen en voz alta; los lectores disfluyentes suelen utilizar menos expresión, leen palabra por palabra en lugar de en frases o trozos, y no utilizan la entonación o las pausas para «marcar» la puntuación (por ejemplo, puntos, comas y signos de interrogación).
¿Cuándo se empieza a leer con fluidez? En 1º y 2º curso, la atención se centra en la fonética, en aprender a pronunciar las palabras y en aumentar el reconocimiento de las palabras a la vista. En los grados 2 y 3, estas habilidades se han consolidado y la lectura se hace más fácil y fluida.