Ejemplos de sistemas inteligentes inteligencia artificial

Ejemplos de sistemas inteligentes inteligencia artificial

Ejemplos de sistemas inteligentes inteligencia artificial

Cinco ejemplos reales de inteligencia artificial

El sistema inteligente (SI) puede definirse como el sistema que incorpora inteligencia a las aplicaciones manejadas por máquinas. Los sistemas inteligentes realizan búsquedas y optimizaciones junto con capacidades de aprendizaje. En el diseño de sistemas inteligentes se pueden modelar diferentes tipos de aprendizaje automático, como el supervisado, el no supervisado y el de refuerzo. Los sistemas inteligentes también realizan tareas automatizadas complejas que no son posibles con el paradigma informático tradicional. Varios sistemas de diagnóstico, robótica e ingeniería son el resultado de procedimientos inteligentes implementados en el diseño de sistemas inteligentes.

En este artículo se utiliza principalmente para referirse a (a) las técnicas de «computación blanda» de inspiración biológica que pueden incorporarse a un sistema de información (SI) para mejorar su rendimiento, y secundariamente (b) en el sentido de recopilación de inteligencia, para hacer que un SI sea más seguro.

Un sistema inteligente es un sistema que puede imitar, automatizar algunos comportamientos inteligentes del ser humano. Los sistemas expertos, los agentes inteligentes y los sistemas basados en el conocimiento son ejemplos de sistemas inteligentes. Actualmente, los sistemas inteligentes son una disciplina que estudia los comportamientos inteligentes y sus implementaciones, así como sus impactos en la sociedad humana.

Procesamiento del lenguaje natural

La IA es omnipresente hoy en día, y se utiliza para recomendar lo que se debe comprar a continuación en Internet, para entender lo que se le dice a los asistentes virtuales, como Alexa de Amazon y Siri de Apple, para reconocer quién y qué hay en una foto, para detectar el spam o para detectar el fraude con tarjetas de crédito.

A un nivel muy alto, la inteligencia artificial puede dividirse en dos grandes tipos:  La IA estrecha es lo que vemos hoy en día en todos los ordenadores: sistemas inteligentes a los que se les ha enseñado o que han aprendido a realizar tareas específicas sin que se les haya programado explícitamente para ello. Este tipo de inteligencia de máquina es evidente en el reconocimiento del habla y del lenguaje del asistente virtual Siri del iPhone de Apple, en los sistemas de reconocimiento de la visión de los coches autoconducidos o en los motores de recomendación que sugieren productos que podrían gustarte basándose en lo que has comprado en el pasado. A diferencia de los humanos, estos sistemas sólo pueden aprender o ser enseñados a realizar tareas definidas, por lo que se denominan IA estrecha. La IA general es muy diferente y es el tipo de intelecto adaptable que se encuentra en los humanos, una forma flexible de inteligencia capaz de aprender a realizar tareas muy diferentes, desde cortarse el pelo hasta construir hojas de cálculo o razonar sobre una amplia variedad de temas basándose en su experiencia acumulada.  Este es el tipo de inteligencia artificial que se ve más a menudo en las películas, como HAL en 2001 o Skynet en Terminator, pero que no existe hoy en día, y los expertos en inteligencia artificial están muy divididos sobre cuándo se hará realidad.

Aprendizaje profundo

La inteligencia artificial (IA) es una herramienta de gran alcance que permite replantear la forma en que integramos la información, analizamos los datos y utilizamos los conocimientos resultantes para mejorar la toma de decisiones, y ya está transformando todos los ámbitos de la vida. En este informe, Darrell West y John Allen analizan la aplicación de la IA en diversos sectores, abordan los problemas de su desarrollo y ofrecen recomendaciones para sacar el máximo partido de la IA sin dejar de proteger importantes valores humanos.

La mayoría de la gente no está muy familiarizada con el concepto de inteligencia artificial (IA). A modo de ejemplo, cuando en 2017 se preguntó a 1500 líderes empresariales de alto nivel en Estados Unidos sobre la IA, solo el 17% dijo estar familiarizado con ella.1 Varios de ellos no estaban seguros de lo que era o de cómo afectaría a sus empresas en particular. Comprendían que existía un potencial considerable para alterar los procesos empresariales, pero no tenían claro cómo podría desplegarse la IA en sus propias organizaciones.

A pesar de su desconocimiento generalizado, la IA es una tecnología que está transformando todos los ámbitos de la vida. Es una herramienta de gran alcance que permite a las personas replantearse la forma en que integramos la información, analizamos los datos y utilizamos los conocimientos resultantes para mejorar la toma de decisiones. Con esta exhaustiva visión de conjunto esperamos explicar la IA a un público formado por responsables políticos, líderes de opinión y observadores interesados, y demostrar cómo la IA ya está alterando el mundo y planteando importantes cuestiones para la sociedad, la economía y la gobernanza.

Visión por ordenador

Los sistemas inteligentes son máquinas tecnológicamente avanzadas que perciben y responden al mundo que les rodea. Los sistemas inteligentes pueden adoptar muchas formas, desde las aspiradoras automáticas como la Roomba hasta los programas de reconocimiento facial o las sugerencias de compra personalizadas de Amazon.

Una de las formas en que estos sistemas pueden percibir su entorno es a través de la visión. El estudio de cómo los ordenadores pueden entender e interpretar la información visual a partir de imágenes estáticas y secuencias de vídeo surgió a finales de la década de 1950 y principios de la de 1960. Desde entonces, se ha convertido en una potente tecnología que ocupa un lugar central en los sectores industrial, comercial y gubernamental del país. Los factores clave que han contribuido a este crecimiento son el aumento exponencial de la velocidad del procesador y la capacidad de la memoria, así como los avances algorítmicos.

El campo de los sistemas inteligentes también se centra en cómo estos sistemas interactúan con los usuarios humanos en entornos físicos y sociales cambiantes y dinámicos. Los primeros robots tenían poca autonomía a la hora de tomar decisiones: partían de un mundo predecible y realizaban las mismas acciones repetidamente en las mismas condiciones. Hoy en día, se considera que un robot es un sistema autónomo que puede percibir el entorno y actuar en un mundo físico para alcanzar unos objetivos.

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